Por: Arnoldo García
El gobernador Américo Villarreal Anaya aseguró que la situación en las ciudades fronterizas respecto a los migrantes es normal y no hay una condición de alarma. El Gobierno de Tamaulipas y organizaciones no gubernamentales se encuentran preparados para atender a los migrantes que pudieran ser deportados de Estados Unidos.
Informó que en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros se han preparado albergues para atender a más de seis mil 500 personas; pero en caso de ser necesario se abrirían más.
En la frontera permanecen alrededor de mil 400 migrantes que hicieron su tramite a través de la aplicación CBP One con la esperanza de poder obtener la visa.
Así apuntó que hay una disponibilidad de más de cinco mil espacios en los albergues de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y demás localidades fronterizas.
En ese sentido, añadió que existe capacidad para crear otros cuatro albergues con capacidad para dos mil 500 personas dotándoles de lo necesario para asistirles. Conforme a las necesidades que se presenten es que se dispondrá de más espacios y se destinarán los recursos necesarios.
Insistió en que no hay una situación de alarma respeto al anuncio del presidente Donald Trump respecto a las deportaciones ya que se han tomado las medidas de previsión como contar con albergues, alimentos, atención médica y transporte para trasladar a los repatriados a sus lugares de origen.
De conformidad con lo acordado con la secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración los extranjeros que se deporten por Tamaulipas serán enviados a la Ciudad de México para desde ahí enviarlos a sus países de origen.
Villarreal Anaya, rechazó que no haya capacidad de organización y disponibilidad de recursos para atender a los deportados por el norte de Tamaulipas.