Por Alfredo Guevara

Aunque no es de manera continua, una laguna de oxidación que se ubica al norte de la Ciudad, cada vez que llueve vierte aguas residuales a un arroyo que atraviesa el municipio de Güémez y sus descargas terminan en la presa Vicente Guerrero, originando un problema de contaminación.

Por ello, la Capital del Estado requiere de una planta tratadora de aguas residuales en ese sector, cuyas aguas tratadas puedan ser utilizadas por quienes se dedican a la siembra y cultivo de hortalizas en municipios cercanos a la Ciudad, Güémez y otras poblaciones, planteó Francisco Arellano Conde.

El presidente del Consejo Cívico de Ciudadanos e Instituciones Sociales en esta Capital, reveló que incluso, entregó al titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en el Gobierno del Estado Raúl Quiroga Álvarez un proyecto para la construcción de una planta tratadora de aguas residuales, con una inversión de 700 millones de pesos.

“En Veracruz nos encontramos con una fábrica que es japonesa – mexicana, dedicada a la construcción de plantas tratadoras de aguas residuales, con una capacidad de tratamiento de 900 litros por segundo, que en un momento puede verter el agua a la presa, sin contaminación, independientemente de que sea aprovechada por los productores.

Recordó que desde hace tiempo, en algunos sectores del ejido Benito Juárez y del municipio de Güémez, hay productores que estaban utilizando las aguas negras para el riego de cultivos como zanahorias, repollo y otras verduras, que se comercializaban en esta Ciudad.

“La idea era que esas aguas tratadas entre el Liverpool y la Laguna de oxidación, donde hay un área de agricultura, hacer un proyecto agropecuario para que esa agua sea utilizada de rebombeo para frutas, verduras, hortalizas, ahí había un canal de aguas negras con la que se regaba”, apuntó.

Arellano Conde, expuso que ahora que están construyendo la planta potabilizadora en la bocatoma de la presa Vicente Guerrero, con la planta tratadora se evitaría la contaminación y entraría a la presa agua tratada, “no puedes tú permitirle agua que vaya a contaminar y vas a hacer una planta potabilizadora, pues mejor primero atacar un problema”.

Independientemente de que, si se hace o no el proyecto de riego, el agua tratada se va a la presa, pero no pasa nada, no se contamina, pero yo insisto que esa planta es urgente como un proyecto de saneamiento”, concluyó.

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