Por Alfredo Guevara
Las reformas a la Ley de Amparo en México, aprobadas en lo general y particular en el Senado de la República y posteriormente en la Cámara de Diputados, representa un retroceso para el país y lo perfila hacia una verdadera dictadura, declaró Bruno Díaz Lara.
El presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que, con ello, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), una vez más demuestra lo autoritario que puede llegar a ser, al adueñarse del Poder Judicial, arrebatando el Poder Legislativo y obviamente el Ejecutivo.
Al ofrecer una rueda de prensa a quienes representan los diferentes medios de comunicación digitales, prensa escrita, radio y televisión, rechazó que la aprobación de la Ley de Amparo se deba a que solo protege a los privilegiados y clases sociales altas en México y con ello se pretende evitar la evasión fiscal.
“El 47 por ciento de las empresas, pequeñas y medianas, son las que tienen los amparos sobre los impuestos y estas empresas producen el 76 por ciento de los impuestos del país, entonces, esta ley que dice Morena atenta contra la economía nacional”, aseguró.
La realidad de las cosas, es que los que enarbolan la Cuarta Transformación en México y pretenden construir lo que denominan como el “segundo piso”, han saqueado al país a más no poder y ya no tienen de donde sacar más recursos para dar certeza a los mexicanos”, aseguró Díaz Lara.
“Con esta misma Ley que tenían los mexicanos en una garantía de amparo, los derechohabientes del IMSS, del Issste tenían la posibilidad de que estas instituciones estuvieran obligadas a dar el servicio, a dar las medicinas a los niños con cáncer, a las mujeres, a los adultos mayores y a todos los que fueran derechohabientes de estos organismos relacionados con la salud”, afirmó.
Sin embargo, con la aprobación a la Ley de Amparo tampoco se podrán pagar para que puedan ellos protegerse y que las empresas paraestatales cumplan con su función en aquella promesa que decía una persona ( el ex presidente de México Andrés Manuel López Obrador) que el sistema de salud estaba mejor que el de Dinamarca “y que al término de su gobierno, lo dejaría como el mejor del mundo, cosa que dista mucho de la realidad”.
