Por Alfredo Guevara
La reforma para cancelar la reelección inmediata de los senadores y diputados, federales como locales, tendría que analizarse, tomándose en cuenta que ir por un nuevo periodo legislativo no es una mala práctica pero sí debe regularizarse de mejor manera, consideró Sergio Iván Ruiz Castellot.
El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), consideró que en todo caso, habría que leer el razonamiento por el que se considera que ya no es adecuado o bien, por qué debe regresar a lo que estaba antes de la reforma electoral del 2024.
Lo anterior, luego de que la presidenta electa de México Claudia Sheinbaum presentara una iniciativa de reforma constitucional para la no reelección de diputados y senadores, que está por enviar al Congreso de la Unión, junto con otras reformas que impulsa el Ejecutivo Federal, a menos de cien días de la transición de gobierno.
“Esto cae en el ámbito del Poder Legislativo, quien deberá discutir y, sobre esta base, determinar si se regresa a lo que se prohibió durante 80 años, más o menos, o si es un retroceso y se debe seguir en ese mismo camino y en caso de que pudiera aprobarse, podría entrar en vigor desde el 2027”, apuntó.
Recordó Ruiz Castellot que el objetivo que se perseguía, era que la ciudadanía pudiera ratificar su apoyo a un político o política siempre y cuando hubiera desempeñado bien su cargo, dándole la oportunidad de continuar o castigarlo con el voto, como una especie de contraloría política social.
Señaló que la reelección implica entre otras cosas que haya grupos políticos profesionales que duren en el cargo hasta 12 años, aunque con la no reelección habría una mayor movilidad política.
La reelección o no inmediata de los senadores y diputados, federales como locales, apuntó el presidente del INE que es un tema que debe analizarse desde sus pros y contras, además de otros ordenamientos que deberían revisarse para que todas las instancias electorales vayan en un mismo sentido y criterios.
Declaró que el tema recaerá en el Congreso de la Unión, donde las fuerzas políticas dialoguen y en un momento acurden, lo que consideren mejor para la vida democrática en el país.