Por Alfredo Guevara
Los productores de la zona norte y valle de San Fernando serán los más afectados en la comercialización del sorgo, cuyo precio sigue disminuyendo en forma importante, al grado de que podría ubicarse hasta en mil pesos por tonelada, advirtió Raúl García Vallejo.
El presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas, añadió que, al no haber líneas de crédito para los productores, los acopiadores o grandes consumidores de sorgo, esperarán un mes o mes y medio en que se levanta y comercializa la producción, para después de ello pagar menos por la tonelada.
Adelantó que por las condiciones que se han generado en los últimos años, en los que prácticamente no ha llovido, lo que se está levantando de sorgo en tierras de la zona norte y valle de San Fernando, hay rendimientos buenos, regulares y bajos que no permiten ni siquiera recuperar la inversión que se hizo por parte de los productores.
“Estamos ciertos de que, cuando mucho será más de un millón de toneladas, ¿cuántas? No sabemos, pero lo que pasa cada año ya lo estamos viendo; el precio de garantía por tonelada de sorgo está bajando, porque los mismos acopiadores o grandes consumidores saben que en mes o mes y medio habrá grano, se acaba y vuelve a subir”, explicó.
García Vallejo no descartó que el precio por tonelada de sorgo podría caer hasta en mil pesos, “y eso es mucho”.
Citó que los acopiadores como los grandes consumidores están aprovechando las oportunidades que, desafortunadamente no hay líneas de crédito, y si bien están financiando la compra, lo que se quiere es vender.
El representante de los campesinos organizados de Tamaulipas, señaló que, como cada año, el más perjudicado será el productor, quien al vender recibirá un pago por su cosecha muy por debajo de lo esperado, que ni siquiera le permitirá recuperar lo invertido.
Admitió que en la zona norte ha llovido y eso permitió el desarrollo vegetativo de la planta sembrada, “pero no en la generalidad, porque en algunas zonas sí cayó suficiente agua, pero en otras no”.
Sumado a la sequía recurrente de los últimos años, insistió en que la producción disminuirá en forma importante y, en el peor de los casos, lejos de recuperar, perderá su precio por tonelada.