Por Alfredo Guevara
Tamaulipas enfrenta en algunos de sus municipios, la presencia de familias que provienen de Oaxaca, Chiapas y otras entidades del sureste, que utilizan los cruceros o principales avenidas para vender productos, o bien, pedir dinero a la gente para solventar sus necesidades.
Y si bien en ese tipo de actividades hay menores de edad, no necesariamente son utilizados u obligados por las personas adultas a pedir dinero, sino que son los niños y niñas, las que por iniciativa propia buscan la manera de recibir recursos con los que puedan comprar cosas que requieren, aseguró Jorge Alberto Galván Garcés.
El procurador de Protección a Niñas, Niños, Adolescentes y Familia, en el sistema DIF Tamaulipas, dijo que aun y cuando se les conmina a retirarse de las principales avenidas o cruceros de las principales ciudades, desaparecen por un tiempo.
“Hay ocasiones en las que me tocó platicar con algunos niños y me decían, es que de esa forma es como puedo yo adquirir algo para mí, porque aparte de que ayudo en la casa, en la familia no hay que me den a mí para poder yo comprar lo que yo quiero”, explicó.
Negó que exista la explotación infantil, al exponer que los menores de edad no son obligados por sus familiares a pedir dinero en la calle.
Cuando es así, primero se les conmina a los padres de familia a que no utilicen a los menores para obtener un ingreso, porque de otra forma, pueden ser denunciados, “si no vas a llenar las cárceles”, expresó.
El Procurador citó que tan solo en Ciudad Victoria, de manera constante se hacen recorridos en los diferentes cruceros y principales avenidas, donde generalmente se pueden observar menores de edad realizando alguna actividad para obtener dinero.
Cuando son detectados por personal de la Procuraduría, se les ha conminado a que se retiren de esos lugares, por el peligro que corren, al andar entre los vehículos, limpiando parabrisas de las unidades o bien, simplemente pidiendo dinero.
Indicó que hay ocasiones en las que se retiran por la presencia constante de personal de la Procuraduría, aunque dejan pasar unos días y nuevamente regresan a esos lugares.