Por: Arnoldo García

El sistema penitenciario de Tamaulipas mejoró ligeramente su evaluación en el diagnóstico que realiza de los reclusorios la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Logró una calificación de 6.55 contra el 6.03 del año pasado, persisten los problemas de gobernabilidad  y reinserción.

De acuerdo al diagnóstico, los penales en Tamaulipas siguen padeciendo las siguientes deficiencias: insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos; insuficiencia de vías para presentar quejas por probables violaciones de derechos humanos; deficiencias en la alimentación; deficiencias en el procedimiento para la aplicación de sanciones disciplinarias.

También se tiene insuficiencia de personal de seguridad y custodia y existe presencia de actividades ilícitas como venta de drogas, prostitución, comercialización de celdas, y otros hechos que impiden la reinserción.

Los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria son deficientes.

De acuerdo con el resultado del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2024, la Comisión solamente reprobó al Centro de Ejecución de Sanciones, (Cedes), de Reynosa, al calificarla con un 5.96.

El Cedes de Matamoros obtuvo un 6.00; el de Nuevo Laredo, 6.60; el de Victoria, 6.55; y el de Altamira, 7.62 el cual fue el mejor calificado.

Los reclusorios de Reynosa y Matamoros reprobaron en los rubros de “condiciones de gobernabilidad” y “reinserción social de las personas privadas de la libertad”.

Otros rubros evaluados por la CNDH son: aspectos que garantizan la integridad de los reclusos; así como una estancia digna; y grupos de personas privadas de libertad con necesidades específicas.

Esos aspectos fueron superados apenas de “panzazo” por todos las cárceles tamaulipecas. Solo el penal de Altamira logró una palomita verde en garantías de la integridad de los internos e internas.

La población carcelaria de Tamaulipas es actualmente de cinco mil 868 personas. De ellas, 568 son mujeres y el resto hombres.

A nivel nacional, la CNDH visitó 145 centros penitenciarios estatales, cuyas evaluaciones estuvieron por debajo de las esperadas durante ese año. También evaluó 14 Centros Federales de Reinserción Social y las 3 Prisiones Militares, dando una muestra de 162 centros penitenciarios supervisados para 2024.

El organismo hizo un llamado especial a todos los estados para que diseñen e implementen programas y políticas específicas y especializadas en salud mental y en atención a las adicciones, que sean eficaces, articuladas, permanentes y que estén dotadas de un presupuesto específico para la asignación de personal especializado en los centros.

Además, les recomienda la generación de convenios con clínicas certificadas para la desintoxicación y rehabilitación, para el abastecimiento de insumos y medicamentos especializados, de tratamientos terapéuticos, recreativos y holísticos, que permitan prevenir y atender cualquier conducta o padecimiento en etapas tempranas que estén afectando la salud mental de las personas internas y del personal que labora en dichos establecimientos. 

En 2023, los penales de Tamaulipas aprobaron “apenitas” la evaluación de la CNDH, para ser la primera ocasión en 12 años que lo lograba, ya que durante ese periodo estuvieron calificados como los peores del país.

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