Por Alfredo Guevara
A días de salir del periodo de verano e ingresar el otoño de este año, la demanda de energía eléctrica en Tamaulipas registró un crecimiento del 4.1 por ciento, es decir, un punto porcentual más que el promedio de la media nacional.
Y aunque lo anterior es el resultado del incremento en aparatos, sobretodo de aires acondicionados, el uso de sistemas de transporte impulsados por energía eléctrica, en lugar de combustibles fósiles, entre otros factores, conforme avanzó el verano, disminuyeron los apagones por el trabajo realizado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aseguró Walter Julián Ángel Jiménez.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Energético, añadió que el crecimiento en la demanda de energía, implica que las inversiones que se hacen para satisfacer las necesidades de energía en todos los sectores tengan que ser más rápida, “y lamentablemente, todavía no son suficientes”, admitió el funcionario.
“En el caso de Victoria, efectivamente se comienza, y como en todo el Estado, pero se comienzan a visibilizar aspectos donde hacen que la confiabilidad, los indicadores SAIDI (el tiempo promedio que un usuario está sin luz), de la confiabilidad de la distribución se vayan haciendo, se vayan afectando”, explicó.
Sin embargo, expuso que también se puede constatar que los tiempos de respuesta y la presencia de las interrupciones han disminuido, “esto no necesariamente por obras en Ciudad Victoria sino por trabajos en las redes troncales circundantes a esta Capital o en otras regiones de donde se está exportando la energía”, precisó Ángel Jiménez.
Refirió que el nuevo programa de obras que se autorizaron para Tamaulipas, por parte de la CFE, es algo que no tendrán otras entidades del país en por lo menos nueve subestaciones de acondicionamiento, repotenciación de algunos bancos que mejorarán el abasto de energía a todo el Estado.
Declaró que la disponibilidad ha cambiado con la incursión de nuevos sistemas tecnológicos en los últimos diez años, la electromovilidad, el uso de celulares, aires acondicionados y otros aparatos que requieren de energía para su funcionamiento, en al menos diez años a la fecha.