Por: Alfredo Guevara / Arnoldo García
El aumento salarial del nueve por ciento con carácter retroactivo al mes de enero y la posibilidad del uno por ciento adicional a partir de septiembre, prácticamente es una limosna para la labor que desempeñan los maestros de Tamaulipas, consideró Miguel Ángel Tovar Tapia.
El presidente de la Sociedad Estatal de Maestros y Padres de Familia, consideró que en Tamaulipas no hay nada que festejar con ese tipo de anuncio salarial, el que calificó de fatal, porque al descompactar con deducciones económicas, prácticamente los maestros no recibirán ningún incremento en su sueldo.
Por la manera en que hizo el anuncio la presidenta Claudia Sheinbaum, de que el aumento es global, significa que están incluidas las prestaciones sociales, económicas y la salarial, que, si se desintegra cada una de ellas pensando que es equitativo, el incremento será del 3.33 por ciento, estimó.
“Pero habrá que descontar la inflación del año pasado y la que está proyectada para este 2025 por el Inegi, de tal forma que vamos a terminar bajo cero”, sostuvo.
Recordó que las prestaciones económicas no dejan de estarse cobrando, “pero si nos fijamos lo que es en el servicio médico, pues tampoco se va a ver o no se ve reflejada por ningún lado, aparte del impuesto sobre la renta, el ISR, que nos van a descontar”.
Tovar Tapia insistió en que aun cuando el anuncio de incremento salarial suena bien, la realidad de las cosas es que no hay nada que festejar por parte del magisterio de Tamaulipas.
Aparte de ello, comentó que el decrecimiento de la edad para pensionarse va a ser de manera gradual, “a como ellos quieran poner las condiciones no abroga la ley de las pensiones de los maestros”.
De hecho, se percibe que hay algunos retrasos en cuanto a la dispersión de los apoyos de bienestar, “de tal forma que no sería muy aventurado pensar un trascendido de que pudiera el gobierno federal por medio de uno de sus decretos apropiarse de los fondos de retiro o de todas las afores que están manejando la banca privada”, advirtió.
No hay certeza, no hay ninguna verdadera convicción por parte del gobierno de querer hacer un salario humanista o unas prestaciones humanistas para el magisterio, esa es la realidad, concluyó Miguel Ángel Tovar Tapia.
INCONFORMIDAD ENTRE GREMIO MAGISTERIAL
El incremento del 10 porciento al salario de maestros y trabajadores de la educación fue calificado como una “limosna” en comparación con la labor desempeñada por los maestros.
Miguel Ángel Tovar Tapia, presidente de la Asociación de Padres de Familia y Maestros de Tamaulipas, apuntó que tal porcentaje de aumento incluye las prestaciones económicas y no contempló el aumento a la inflación del año pasado, así como el incremento de la inflación en el curso del presente año, por lo cual el incremento real sería de aproximadamente 3:33 porciento.
El representante magisterial advirtió que, al descontar la inflación del año pasado y la proyectada para este año por el INEGI, los maestros podrían terminar con un saldo negativo. Además, manifestó su preocupación por la falta de mejoras en el servicio médico y los descuentos por concepto de Impuesto Sobre la Renta.
Sostuvo que cada vez hay un mayor deterioro en la calidad de los servicios médicos del ISSSTE, por lo cual maestros y trabajadores de la Educación y sus familiares se ven precisados a recurrir a la medicina privada que les es costosa.
Tovar Tapia también criticó el plan de decrecimiento gradual de la edad para pensionarse y la continuidad de las Afores, señalando que no se abroga la ley del Fovissste ni la del ISSSTE en lo que respecta a las cuentas individuales.
En ese sentido, expresó su temor a que el Gobierno Federal pudiera apropiarse de los fondos de retiro manejados por la banca privada, ante los retrasos en la dispersión de los apoyos de bienestar.
En resumen, Miguel Ángel Tovar Tapia concluyó que no existe una verdadera convicción por parte del Gobierno para ofrecer un salario y prestaciones humanistas al magisterio, generando incertidumbre y riesgo para el sector educativo.