Alfredo Guevara
En noviembre del 2019, MARIO SORIA LANDERO tomó posiblemente, una de las mejores decisiones, al haber renunciado por motivos personales a la titularidad de la Contraloría del Estado.
Y es que, quien quedó en su lugar, ELDA “N”, un juez de control de Tamaulipas la vinculó a proceso.
Pudiera decirse que fue quien llegó para quedarse en ese cargo durante la administración de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, porque después de MARIO, llegó CARMEN ZEPEDA HUERTA a la Contraloría, cuyo paso por la dependencia, fue de algunos meses.
MARIO SORIA inició en la administración de CDV como titular de la Contraloría, donde desde el primer día se enfocó a su labor con dedicación, en aras de establecer un orden escrupuloso en el manejo de los recursos y el desempeño de los servidores públicos.
Siempre fue una persona recta, interesada en sentar un precedente, en dar resultados del trabajo desarrollado, aunque siempre tuvo una piedrita en el camino, ELDA, que en su momento fungía como sub contralora.
La cercanía de ELDA “N” con CABEZA DE VACA, no la tenía MARIO SORIA y eso representaba una desventaja.
Para cuando MARIO quería hacer del conocimiento a CDV de algún asunto o planteamiento, ya se le habían adelantado y, en el peor de los casos, ya ni siquiera lo recibían en el tercer piso.
Aparte de ella, otro impedimento que tenía MARIO en el tiempo que fungió como contralor lo era VÍCTOR SÁENZ.
MARIO SORIA se la pasó meses tratando de conseguir una audiencia con CABEZA DE VACA, para tratar temas inherentes al trabajo desarrollado por la Contraloría.
Le quiso hacer del conocimiento de la forma en que habían encontrado la dependencia, lo que se estaba realizando y qué se debía hacer para mejorar el funcionamiento y de paso, ser más escrupulosos en el manejo del recurso y el actuar de los servidores públicos.
Por espacio de varios meses, MARIO trató inútilmente de hablar con el entonces gobernador CDV y no logró, de ahí que en noviembre del 2019, decidió presentar su renuncia como titular de la Contraloría.
Se cansó de pedir audiencia. Se fastidió de ir y venir de la torre Bicentenario a palacio de gobierno, de no ser escuchado y, de cierta manera, de la forma en que era tratado.
Si fue o no la mejor decisión, hoy por lo menos MARIO puede estar más tranquilo y quizá desilusionado como muchos, de los vientos del cambio. En fin. alfredoguevara0@gmail.com