Por: Armando Castillo Gutiérrez
NUEVO LAREDO.- En una gira de trabajo por diferentes colonias de Nuevo Laredo, la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas Villarreal supervisó importantes obras de rehabilitación de infraestructura hidráulica y drenaje pluvial, destinadas a optimizar la calidad del servicio de agua potable y saneamiento para las familias neolaredenses.
Con una inversión superior a los 26 millones de pesos, estas acciones forman parte de la transformación urbana impulsada por el Gobierno Municipal, enfocada en garantizar servicios eficientes y sustentables.
“Estamos invirtiendo en infraestructura clave para resolver problemas de drenaje y mejorar la distribución de agua potable; nuestro compromiso es claro, brindar a la ciudadanía un servicio de calidad y prevenir afectaciones derivadas de deficiencias en el sistema hidráulico”, destacó Canturosas Villarreal.
Durante el recorrido, la alcaldesa, acompañada por el Cabildo: la gerente general de COMAPA, Silvia Fernández Gallardo y el secretario de Obras Públicas, Carlos de Anda Hernández, síndicos y regidores, supervisó el avance del Colector Ribereño, el cual registra un 80 % de avance y cuenta con una inversión de 9 millones 302 mil 762 pesos.
Posteriormente, visitó la colonia Buenavista, donde constató los trabajos de rehabilitación del tanque de almacenamiento de agua potable, el cual presenta un 60 % de avance y una inversión de 8 millones 969 mil 742 pesos.
Finalmente, se trasladó al tanque Concordia, otra obra clave para el fortalecimiento del suministro de agua potable en la ciudad, con un avance del 60 % y una inversión de 7 millones 756 mil 237 pesos.
Estos proyectos se ejecutan con recursos del Programa de Devolución de Derechos (PRODDER), reafirmando el compromiso del Gobierno Municipal con la modernización de la infraestructura hidráulica y la mejora continua en los servicios públicos.
Los trabajos forman parte del estratégico de la alcaldesa, para el rescate y preservación del Río Bravo, ya que el principal objetivo de estas obras es erradicar las descargas de aguas negras y sanear el 100% del agua que llega al río.
Con estas acciones, Nuevo Laredo avanza en la consolidación de un sistema de agua potable y drenaje más eficiente, confiable y acorde a las necesidades de la población.