Por Alfredo Guevara
Aunque se sabe de redadas aisladas en lugares como Río Grande, Brownsville, Laredo y el valle de Texas por personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), muchos migrantes han perdido el miedo y empezaron a regresar para trabajar en los Estados Unidos.
El presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos y Migración, en el Congreso local, diputado Sergio Ojeda Castillo, admitió que el tipo de deportación no tiene punto de comparación con las emprendidas en otros lugares de Norteamérica, como el caso concreto de los Ángeles, California.
De hecho, infraestructura que se había instalado en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, para atender a la población migrante que fuera deportada por autoridades migratorias de Estados Unidos como el ICE, empezó a retirarse en algunos de esos lugares, donde la repatriación de connacionales prácticamente sigue siendo la misma.
En otras palabras, expuso que la deportación de migrantes que realizan alguna actividad productiva en diferentes partes de los Estados Unidos no ha sido masiva como en un principio se dijo, en el inicio de la nueva administración del presidente Donald Trump.
“Sí, al menos por nuestro Estado, así es, a diferencia de Baja California, que concentra un número importante de deportaciones, aquí no ha aumentado, es normal”, sostuvo.
Y si bien se habían detenido momentáneamente las redadas en campos agrícolas, hoteles, restaurantes y otros lugares donde comúnmente latinos y mexicanos trabajan en Texas, no descartó que ese tipo de medidas pudieran retomarse por personal del ICE.
“Sí, esperemos que no, efectivamente, derivado de las redadas que se dieron en Los Ángeles, sí hubo miedo, se notó en la frontera, en el sur de Texas, como lo he mencionado y afectó de alguna manera a algunas empresas, restaurantes y negocios en general, porque a nuestros connacionales que trabajan ahí con o sin documentos les dio miedo y dejaron de ir”, aseveró.
No obstante, conforme se ha ido perdiendo el temor a ser víctimas de una deportación, latinos y mexicanos han regresado a sus actividades ordinarias en lugares donde laboran en los Estados Unidos.