Por Alfredo Guevara
A reserva de lo que la Auditoría Superior del Estado (ASE) revise y el Congreso local determine, los recursos destinados para alrededor de 27 programas de la Secretaría de Salud, que tienen que ver con indicadores de calidad, no estaba debidamente justificados en la anterior administración estatal.
De hecho, al termino del anterior gobierno se dejó un sistema de salud en Tamaulipas en la local, donde ya no se hace como que se hace, sino que se cuantifica y se califican cada uno de los casi 27 programas, cuyos índices de desempeño también estaban en la lona, expresó Víctor Manuel García Fuentes.
El presidente de la Comisión de Salud en el Congreso local admitió que en cuestión del manejo presupuestario de la dependencia no es su fuerte, pero dejó en claro que, lo que estaba sucediendo en el campo de la operación del proceso de salud y de las enfermedades en la administración estatal anterior “estaba en la lona”.
“Los 27 programas estaban en la lona, cuando un programa de vacunación debe estar en el 90, 95, o 99 por ciento, lo encontramos con un índice de desempeño de 3.5, 4, 4.5, eso es criminal en un sistema de salud, es uno nada más”, apuntó.
El programa de salud de la mujer, cáncer de mama, cervicouterino de salud del adulto mayor, que entra en lo que es la hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedades producidas transmitidas por un vector como es el dengue chikungunya pudieron generar una epidemia, “pero Dios fue muy grande y afortunadamente no lo permitió”.
Expuso que, si realmente existió una red de complicidad al interior de la Secretaría de Salud, en la que durante el 2017 y 2018, se celebraron contratos de prestación de servicios a través de dos empresas vinculadas a los hermanos Carmona, convertidos en proveedores de mantenimiento a diversos hospitales de la entidad en la pasada administración estatal, corresponderá a la ASE investigar y el Congreso local determinar lo conducente.
Negó que las condiciones en que operó el sistema de salud en la anterior administración estatal, fue producto de las diferencias que existieron con el gobierno de la república, por considerar que “los recursos están etiquetados hoy, ayer y antier, hablando de un término asegurado”.