Por Alfredo Guevara
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), ubicó cien comunidades con alto y muy alto rezago social, además de pobreza extrema en casi cien mil personas, que enfrentan carencias sociales en materia de educación, servicios, acceso a salud, alimentación y empleo.
Son personas que se encuentran en localidades de la zona urbana, sobre todo en municipios donde se concentra el 70 por ciento de la población, como también en lugares como San Nicolás y Bustamante que enfrentan un alto rezago social y marginación, confirmó Silvia Lucero Casas González titular de las Secretaría de Bienestar Social (Sebien).
En ambos casos, el número de personas representa una prioridad para la política social del Estado y se buscará llegar a cada una de ellas a través de dos metodologías para llevar acciones y programas sociales para que, en una labor interinstitucional, mejorar sus condiciones de vida y sacarlos de la pobreza extrema como del rezago social en que habitan.
“Vamos a ir por un camino que son las localidades que tienen alto y muy alto rezago social, priorizando a cien comunidades que cuentan con esas características en base a los parámetros que maneja el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social”, expresó Casas González.
Recordó que Coneval, es quien proporciona las herramientas para poder focalizar las comunidades que más definen la pobreza extrema en el Estado.
Aparte de ello, se utilizará una metodología científica para poder localizar las localidades con carencias sociales, utilizando parámetros de Coneval para focalizar a la población que se encuentra en condiciones de pobreza extrema en zonas urbanas.
“Tenemos a municipios como San Nicolás y Bustamante con alto rezago social y marginación, en Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, así como los municipios de Tampico, Madero y Altamira, que es donde se concentra el 70 por ciento de la población en Tamaulipas pero que también presentan esas características”, comentó
La titular de la Sebien indicó que la metodología científica implica ir manzana por manzana, conociendo la carencia de servicios, llegando a esas personas prioritarias para la política social del Estado a efecto de estar en condiciones de dar respuesta a necesidades que tienen que ver con la alimentación, el acceso a servicios, atención médica, educación y otros.