Por Alfredo Guevara
Pese a que en los últimos tres años, los productores de sorgo, maíz y trigo han registrado pérdidas, en las que ni siquiera han recuperado costos de producción, por elevadas temperaturas y ausencia de lluvias, no han dejado de sembrar.
Desafortunadamente, en el camino se han quedado tierras sin trabajar por la falta de recursos para preparar la superficie, adquirir la semilla, los fertilizantes y otros insumos para que se pueda levantar cosecha, a reserva de los precios que se esté pagando por tonelada en la comercialización de los granos, expuso Juan Manuel Salinas Sánchez.
El gerente de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas, reveló que tan solo el año pasado, de acuerdo a cifras extraoficiales, pero consensuadas entre la gente del campo, durante el 2024 se dejaron de sembrar poco más de 200 mil hectáreas, sobre todo de temporal.
“Se maneja alrededor de 207 mil hectáreas que no sembraron, si se multiplica por diez, el resultado fue el dinero que no se ejerció en la región y, si la tendencia sigue, ahí va a ser otro tanto y el día de mañana o pasado la agricultura no va a estar activa”, aseveró.
En el peor de los casos, expuso que el consumidor, llámese Minsa, Maseca u otras, van a importar el grano, maíz o sorgo, porque en otros países que sí dan el apoyo a sus agricultores tienen la oportunidad de vender a como marca el precio de la bolsa de Chicago.
Salinas Sánchez, expresó que quienes se dedican a la agricultura, pese a todas las adversidades que han enfrentado en los últimos tres años no han dejado de sembrar, porque podrán reestructurar sus adeudos o volver a pedir prestado, “pero siguen dedicándose a lo que se han dedicado la mayor parte de su vida”.
Y es que, en cada ciclo, así se presente un ciclón, lluvias atípicas, heladas o bien una sequía recurrente como ha sido en los últimos tres años, si sufren pérdidas o no, la mayor parte de los productores vuelve a sembrar, posiblemente no todas, pero la mayor parte de sus hectáreas.
No descartó que la cantidad de hectáreas que se quedan sin sembrar tienda incrementarse en el próximo ciclo, derivado de la falta de apoyo a los programas y el bajo precio en el que se comercializan los granos.
