Por Alfredo Guevara
De cinco de la mañana hasta la hora en que las unidades recorren la última vuelta del día, personal de la Subsecretaría de Transporte Público supervisa y realiza un conteo de los usuarios que abordan los vehículos por ruta en la Capital del Estado.
Lo anterior, con el objeto de demostrar a concesionarios y permisionarios que por lo menos el 50 por ciento de los ingresos por unidad en la prestación del servicio se “fuga”, y quizá por ello, los operadores aducen que sólo les queda entre 500 y 600 pesos al día, estableció Armando Núñez Montelongo.
El titular de la Subsecretaría de Transporte Público del Gobierno del Estado, expuso que el argumento que presentan quienes se dedican a la prestación de este servicio, para que nuevamente se le conceda un aumento a la tarifa, es que, con un ingreso de 500 a 600 pesos, no aspiran a la compra ni siquiera a unidades usadas de modelos más recientes.
Indico que lo anterior, dio lugar a no autorizar aun el incremento a la prestación del servicio, posiblemente de un peso, hasta en tanto no se conozca el aforo que se registra en las diferentes rutas del transporte público, sobre todo ahora que regresaron a clases los alumnos que utilizan las unidades para su traslado a las instituciones educativas.
Admitió que en la prestación del transporte público hay muchos conflictos entre operadores o choferes que en algunos casos primero pelean por el pasaje y terminan dándose de golpes, lo que ha ocasionado la suspensión por un mes, a quienes se ven involucrados en estos hechos.
Y aunque se les ha sugerido en más de una ocasión que trabajen como empresa, para evitar el ir ganando pasaje en las rutas, repartirse al final del día el dinero del aforo, evitando multas de tránsito, accidentes, riesgos o sanciones por exceso de velocidad, “no se les hace entender”.
Reconoció que la prestación del servicio de transporte público es rentable, al grado de que un concesionario renta su unidad a un chofer y éste consigue a otro para que recorra la ruta, a sabiendas de que les deja un ingreso para ello.
El estudio del aforo que se realiza, es con el objeto de demostrar a concesionarios, permisionarios y operadores que es rentable la actividad, que si bien alcanza para un aumento al costo del pasaje de .70 pesos, la idea es que se alargue y redondee en un peso, concluyó.