Por Alfredo Guevara
Tras el término de la trilla de sorgo y maíz, los agricultores de la zona norte y valle de San Fernando quedaron descapitalizados, al grado de que no tienen dinero para preparar la tierra con labores profundas para captar la humedad, la que debería estar lista para captar la humedad al día 31 de octubre.
A la fecha, el avance en la preparación de la tierra es de un 30 por ciento, pero no en labores profundas, sino más bien con trabajos de arado, del subsuelo, de ruptura, que son los que verdaderamente permiten captar la humedad que se queda en el suelo, confirmó Juan Manuel Salinas Sánchez.
El gerente de Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas, agregó que el agua que pudiera llegar en los próximos días, lo único que ocasionará son escurrimientos, porque la tierra está compactada por el ciclo que acaba de terminar, de tal forma que el líquido no alcanza a penetrar al subsuelo, que es donde se necesita que haya suficiente para que aguante el cultivo del siguiente ciclo.
Recordó que son 500 mil hectáreas de temporal y más de 200 mil de riego del distrito 025 que no tienen agua, cuando mucho para un riego de asiento o auxilio.
De acuerdo a las estimaciones de los productores, de entrada se necesita de entre mil 300 y mil 500 pesos para trabajos de rastreo y ruptura del suelo por cada hectárea, aparte de unos cinco mil pesos para llenar el tanque de diésel de la maquinaria que se usa en los trabajos preliminares y el pago al tractorista.
Tras comercializar la tonelada de sorgo en tres mil 600, tres mil 900 pesos, los campesinos quedaron descapitalizados y, en el peor de los casos, sin acceso a mecanismos de financiamiento por la banca comercial o bien, de la desaparecida Financiera Rural.
“Al día 31 de octubre, debería estar toda la tierra del norte de Tamaulipas preparada con labores profundas para captar la humedad, que es de los meses de agosto y septiembre, que es cuando más llueve en el norte, estadísticamente hablando, en la época de lluvia de aquí al norte, aunque se me maneja que es el 30 de noviembre, pero lo fuerte es el ocho de septiembre”, indicó.
Desconoció a qué mecanismos recurrirán los productores o de plano, dejarían de sembrar, al estar descapitalizados para el próximo ciclo agrícola.