Por Alfredo Guevara
Las lluvias que se pronostican para la zona sur del Estado son menores, no generan crecidas en los ríos que aportan sus aguas al cauce del Guayalejo y aun cuando la cresta de la avenida considerada más grande, llegó al sistema lagunario donde todavía se dispone de 18 centímetros para llegar a la cuota crítica.
De hecho, la crecida que pudiera generarse en las próximas horas se puede sortear y, en el peor de los casos, lo que pudiera ocasionar en esa región, son encharcamientos en zonas bajas de Tampico, que por el comportamiento de los ríos pudiera no llegar a suceder, consideró Raúl Quiroga Álvarez.
El titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos informó que si bien los pronósticos para las próximas horas son de lluvias para la zona sur, no genera riesgo para esa región, si se toma en cuenta que no son precipitaciones que acarren, las cuales son muy parecidas a las que dejó la tormenta tropical Alberto en el 2024, cuyas acumulaciones de agua son similares.
“Efectivamente tenemos un reto importante, de entrada debo decirte que ya prácticamente estamos en la cota más alta que nos dejó Alberto en el 2024, todavía se está juntando esta avenida del río Guayalejo – Tamesí, es una avenida importante, en aproximadamente mil 200 metros cúbicos por segundo a la entrada del sistema lagunario del sur”, explicó.
El sistema lagunario rebasó la cota de lo que fue en su momento la tormenta tropical Alberto, aunque todavía se dispone de un margen de acuerdo a la escala crítica oficial de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que es de 1.80, “ahorita andamos en la 1.62, pero creo que con la avenida que trae el río seguramente ahorita ya estamos rebasando la 1.64”, subrayó.
Quiroga Álvarez añadió que si bien la máxima con la tormenta Alberto fue de 1.80, considerada como escala crítica, todavía falta para llegar a esa altura, “si no tuviéramos la avenida que tiene ahorita el Pánuco, para llegar a la escala crítica, y eso hace que se genere una pared en la descarga del río Guayalejo – Tamesí, que no nos permite desfogar con la prontitud que deseamos el agua hacia el Pánuco”, apuntó.
Por ello, insistió que todavía se tiene márgenes de maniobra para tratar de que no haya un impacto ni mínimo, “es probable, pero que si este se presentara fuera de la menor cuantía”, convino.
Admitió que hay una avenida de agua en el Pánuco, al igual que la del Guayalejo – Tamesí que confluyen en el moralillo, que de alguna forma puede retardar un poco la bajada de la creciente de ese río, “aunque el Pánuco prácticamente estabilizó su avenida, es decir, no crecerá más, aun cuando se presenten nuevas lluvias”, concluyó.