Por Alfredo Guevara
La posibilidad de perforar pozos profundos para la extracción de agua en la zona norte de Tamaulipas, donde habita el 54 por ciento de la población en diez ciudades fronterizas que colindan con el río Bravo está prácticamente descartada, confirmó Raúl Quiroga Álvarez.
El titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos dijo que el problema se tiene perfectamente estudiado en la frontera y se trata de agua subterránea a la margen derecha del río Bravo, que de acuerdo a un estudio realizado con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), corresponde a un acuífero salino que si se utiliza en la agricultura salitra los suelos.
Citó que hay algunos pozos de donde se puede extraer agua dulce para consumo urbano, pero está catalogado como acuífero salino.
Y es que, en la suma de aguas mexicanas de las presas internacionales la Amistad y Falcón, se trae un nivel escasamente arriba de los 200 millones de metros cúbicos, de 300 que se requieren en la zona norte, de ahí que parte de la solución a los bajos volúmenes sería la presencia de una tormenta tropical como Alberto.
Admitió que parte de la solución podría ser la instalación de una planta desalinizadora en situaciones de emergencia como la que se vive en la frontera, pero también se le apuesta a la suspensión del saqueo de agua, a través de un ordenamiento en las concesiones y tecnificación del recurso en los distritos de riego, para que de esa forma, el régimen de escurrimientos de los ríos del Bravo, se normalicen y se tenga un escenario totalmente diferente.
“El problema es el saqueo brutal de agua que tenemos de casi 600 millones de metros cúbicos, no hay plan B o plan C, lo que estamos haciendo es lo que se debe hacer, es decir, tecnificar el riego en los distritos para de esa forma tener un ahorro importante en el desperdicio de agua por las condiciones en que se encuentran”, aseveró.
Quiroga Álvarez citó que en los distritos de riego se pierden cientos de millones de metros cúbicos de agua, no de Tamaulipas, sino del país donde se riega por gravedad, de tal forma que el primer paso es tecnificar el riego y con ello recuperar volúmenes y el ordenamiento.
A pesar de disponer de bajos niveles de agua las presas internacionales en la zona norte, consideró que “dentro de lo mal estamos bien”, a la espera de que en este año se registren precipitaciones pluviales que permitan recuperar los bajos niveles que presentan algunas presas.
Y es que, de todas las que se tienen en el Estado, sólo la Pedro José Méndez se encuentra por encima del cien por ciento de su capacidad de almacenamiento.