Por: Arnoldo García
Todos los días, todas las mañanas “güero” recibe y saluda a los empleados y funcionarios de la torre Bicentenario y por la noche continua su trabajo como guardián.
Corre entre los trabajadores que hacen fila para entrar al elevador, se tira al suelo para que lo acaricien y se para abrazar saludar.
“Güero” es un perro criollo, color castaño dorado por ello el nombre de “Güero” al cual responde desde hace casi dos años que apareció en la Torre Bicentenario sede de diversas dependencias del Poder Ejecutivo.
“Güero” es “superlindo” afirma Martha Castillo, empleada de la secretaría de Administración del Estado, quien se hizo cargo de organizar un boteo para comprar para “Güero” una casita, cobija, cama, una dotación de alimento para varias semanas.
“Se da querer tiene una chispa. Siempre he creído que los perros al igual que las personas tienen su propia personalidad y la de el es brillante eso lo distingue”.
El “Güero” como le dicen empleados y funcionarios, llego con otros lomitos, pero fue el único que se quedo ahí en la torre, la cual hizo su casa, su trabajo.
Unos y otros trabajadores le llevan alimento, otros le arriman agua, Pero sobre todo son muchos los cuales le ofrecen afecto.
“Güero” es “superlindo” afirma Martha Castillo, empleada de la secretaría de Administración del Estado, quien se hizo cargo de organizar un boteo para comprar para “Güero” una casita, cobija, cama, una dotación de alimento para varias semanas.
“Se da querer tiene una chispa. Siempre he creído que los perros al igual que las personas tienen su propia personalidad y la de el es brillante eso lo distingue”.
Martha se emociona al hablar de “Güero” y comentó que durante la pasada feria y exposición recorría todos los stands. “Te pide comida. Comió churros, tamales come de todo. “.
Y añadió: “Los lunes cuando son los honores a la bandera son cerca se levanta temprano y antes de las ocho de la mañana ya anda donde será la ceremonia”.
“El “güero” es un símbolo, un signo de la torre y nos alegra poder hacer algo por el en conjunto, con todas las personas de buena voluntad.
“Como dicen a los animales solo les hace falta hablar con su mirada te pide le acaricies, jugar, comida, agua”.
Apunto que hace algunos meses tuvo una accidentes pues se atravesó entre los autos y lo atropellaron.
Hubo cooperación, fue hospitalizado se recupero y “güero” regreso muy contento a retomar sus labores. Todo ello con la cooperación de compañeras y compañeros.