Por Alfredo Guevara

De las poco más de nueve mil hectáreas que se siniestraron por incendios forestales registrados al 30 de noviembre en que concluyó la temporada, solamente en alrededor de mil 200 se emprendieron programas de compensación ambiental.

El encargado en la delegación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Tamaulipas Carlos Argueta Spínola indicó que en esta temporada de incendios se registraron 32, en municipios como Victoria, Jaumave, Antiguo y Nuevo Morelos, Tula y parte de la biósfera del Cielo en Gómez Farías.

La cantidad de incendios forestales en este año fue mayor al registro del 2023, tomándose en cuenta que en este 2024 las condiciones se generaron por la prolongada sequía que se arrastra desde hace tiempo, afectando más superficie con daños totales o parciales.

El trabajo de compensación ambiental, es decir la implementación de un programa que contempla la siembra de árboles en aquellas zonas siniestradas por los incendios forestales, abarca la biósfera del Cielo en el municipio de Gómez Farías, que en el 2023 afectó una superficie de esa reserva en alrededor de mil hectáreas.

La reforestación contempla la siembra de árboles nativos de la zona, como la yuca o mezquite en la sierra o áreas de municipios de la zona del altiplano que se vieron siniestrados por los incendios y de pino en lo que comprende la biósfera del Cielo.

En algunos casos, corresponderá a recursos naturales y manejo de áreas naturales protegidas del Gobierno del Estado llevar a cabo los trabajos de compensación ambiental, en lugares como la zona de altas cumbres, cerca de la Capital del Estado.

Y aunque generalmente es la mano del hombre la que genera los incendios forestales, el delegado de la Conafor, consideró que a diferencia del 2023, en este año los estragos que se tuvieron fueron ocasionados por efectos naturales como la sequía recurrente sobretodo en lugares de difícil acceso.

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