Por Alfredo Guevara
La Secretaría de Bienestar se ha visto rebasada por la existencia de supuestos promotores falsos, que además de cobrar por trámites para presuntamente incorporar a los programas sociales, en algunos casos están retirando de cajeros, pensión de adultos mayores fallecidos.
El encargado de los programas sociales del Gobierno de la República en Tamaulipas Luis Lauro Reyes admitió que constantemente denuncian, por línea telefónica o internet, la presencia de personas que haciéndose pasar por empleados de la dependencia, cobran por incorporarlos al padrón de beneficiarios, sobre todo en municipios de la costa.
Se trata de municipios como San Fernando, Matamoros o la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira, donde la misma gente ha denunciado a esos falsos promotores, que al momento de que llegan autoridades para identificarlos y en un momento dado detenerlos, no se les encuentra en territorio.
“Invitamos a la ciudadanía a que por favor no se dejen engañar y que no entreguen ningún tipo de incentivo económico a nadie para poder ingresar a los programas”, expuso.
Aparte de ello, el delegado de los programas sociales para el bienestar recordó que cobrar o retirar del cajero el dinero que por concepto de pensión del Gobierno Federal las personas adultas constituye un delito, sobre todo por quienes no tienen a su cargo la atención y cuidado de dicha persona.
“Desde luego que es un delito porque se está lucrando con dinero público, nosotros nos basamos en las bajas que vienen de Ciudad de México, cuando fallece la persona, la baja es automática, aunque muchas veces alguien tiene la tarjeta y nosotros estamos siempre al pendiente de evitar que se pague ese dinero”, aseveró.
Quien puede seguir cobrando la pensión del adulto mayor fallecido, son aquellos que fueron nombrados por su titular como representantes, a sabiendas de que es quien lo cuida, está cerca, tiene la tarjeta y conoce el NIP.
Normalmente las personas que tienen la tarjeta, si no es el titular, pues es una persona de mucha confianza, aseveró.