Por Alfredo Guevara
Ante la incapacidad de concesionarios y permisionarios, el Gobierno del Estado debería hacerse cargo de la prestación del servicio de transporte público, como lo han hecho algunas entidades del país, entre estas Nuevo León y la Ciudad de México.
Es decir, el Estado a través de un organismo aportaría un determinado número de vehículos para ofrecer un servicio de igual o mejor calidad, cómodo, económico a través de rutas que cubran la mayor parte de sectores, colonias, ejidos y fraccionamientos, estableció Alejandro Ceniceros Martínez.
El Comisionado del Partido del Trabajo en Tamaulipas, consideró que en más de dos décadas, los concesionarios y permisionarios dedicados a la prestación del servicio de transporte público no han tenido capacidad de renovar sus unidades, las que sólo han “repotenciado”, y siguen ofreciendo una atención insegura e incómoda a los usuarios.
Para ello, convino la necesidad de que se aproveche el estudio que realizó la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), como la Subsecretaría del Transporte, para el nuevo diseño de las rutas, tomándose en cuenta que las actuales, “todas conducen a un mismo sitio; la central de autobuses”.
A la par de ello, expuso que hay instituciones como a Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y el Instituto Tecnológico Regional (ITR), que pueden hacer estudios paralelos, sobre la conveniencia de las rutas de transporte público que se necesitan en algunas ciudades como la Capital del Estado.
Ceniceros Martínez lamentó que quienes actualmente ofrecen el servicio, no tienen capacidad para la compra de nuevas unidades y por lo tanto, continuarán usando los mismos vehículos, representando un riesgo para los usuarios en general.
Como cualquier empresa, señaló que el Estado tendría que solicitar un crédito para la compra de cierta cantidad de vehículos, disponer de capital para el pago de salarios, amortización, reposición y mantenimiento de unidades.
Y si bien el Estado no obtendría utilidad, por lo menos ofrecería un servicio de igual o mejor calidad, al que prestan concesionarios y permisionarios.